Catalina López Espejo, académica del Departamento de Química de la UTEM y directora de los proyectos ganadores Acción Sustentable y Camino Sustentable, lidera iniciativas enfocadas en el desarrollo de humedales a escala para tratamientos de aguas con bajo nivel de contaminantes.

¿Cómo nace el interés por realizar proyectos de investigación en torno a la sustentabilidad?

Bueno, toda la vida me he dedicado a esto. Partí trabajando en parte del desarrollo técnico de un startup de nanopartículas que justamente tratan el aire y disminuyen los gases de efecto invernadero.

Eso fue en la primera etapa, ya dentro de la academia teníamos que pensar, si el aire estaba solucionado con esto, partamos con la siguiente, el suelo y el agua. Entonces, dentro de estas opciones se empezó a ver lo natural, potenciando los efectos que la naturaleza nos pueda brindar como soluciones. No solo de una forma holística, sino que estamentarlo y dejarlo como un equipo, un equipamiento de carácter bioquímico. La idea fue tratar de congeniar ambas cosas, tanto el efecto de la naturaleza y una mayor efectividad de estos procesos, agregando ingeniería.

¿Cómo nace el proyecto de investigación en el cual están trabajando?

En el año 2023 y a inicios del 2024, Bárbara García, alumna a punto de ser tesista, hizo la práctica profesional conmigo. Y hace tiempo tenía ganas de levantar algún proyecto relacionado con sustentabilidad, por lo que empezamos a ver la opción de los humedales, a hacer la investigación y a desarrollar el proyecto en sí.

Bárbara García buscó justamente los concursos a los cuales podíamos postular con esta idea y apareció Acción Sustentable. Con ese proyecto, empezamos a trabajar a full desde marzo, incorporando a Ignacia Santos y a Bastián Castro, que son parte del equipo de Acción Sustentable para desarrollar este prototipo. Empezamos a desarrollar la ingeniería concreta.

Luego, Camino Sustentable apareció como una opción, porque una cosa es el equipo y la idea y otra cosa es difundirlo. La idea es que tenga un impacto social y empezamos a desarrollar plataformas educativas para que todo el mundo se entere cómo hacerlos, cuál es la ingeniería detrás y que cualquier persona, colegio o institución pueda tomar esto y desarrollar su propio proyecto.

¿Cuáles han sido los principales desafíos con respecto a la realización del proyecto?

El principal desafío está en el tiempo y el espacio. Esto hay que hacerlo en paralelo a todas las actividades, ya que no va en las vías del desarrollo de una investigación, no va a conducir a un paper, técnico, sino que va por otro lado. Lo segundo, es congeniar los presupuestos. Y el tercer desafío es la credibilidad, cuando uno depura agua, no es solo que quede transparente, sino que tenga la calidad suficiente. Para eso hay que hacer mediciones y la comprobación de esas mediciones. Siempre cuando tratas de meter temas más naturales o con un desarrollo de alto impacto, genera un poco de resistencia, pero afortunadamente nos ha ido bien con eso, la gente está muy motivada y están muy receptivos con respecto a la tecnología que viene de lo natural.

¿Cómo se relaciona el proyecto de investigación que estás desarrollando con los objetivos de desarrollo sostenible?

Bueno, esto obviamente tiene relación con el saneamiento de agua. También está relacionado con el tema del acceso equitativo a la educación, porque la idea es que esto no solo quede dentro de los laboratorios, sino que se difunda y se proyecte. Fin del hambre, sin agua no hay comida.

Sin agua no hay sustratos. La idea es poder utilizar el agua de la lavadora, por ejemplo, para plantar un huerto y que no se vea afectada la calidad de los alimentos. Además, siempre trabajamos con perspectiva de género, tanto hombres como mujeres deben tener equidad. Todo eso está muy ligado a los ODS y a los temas de sustentabilidad que tiene la universidad.

¿Cómo el proyecto de investigación se ha relacionado con la comunidad universitaria?  

Por todas partes, a la comunidad les encanta. Desde la entrada a la universidad nos preguntan qué es, cómo es, si funciona o no funciona. Lo quieren tener en su casa, se dan cuenta que es una opción súper tangible. Así que ha tenido buena aceptación.

Por otro lado, lo hemos podido difundir a través de colegios, y se fascinan, quieren participar, que empiecen las plataformas rápido.

¿Por qué cree usted que es importante que se repliquen estos tipos de proyectos a nivel de la universidad pensando que también es parte del sello?

Sin medio ambiente no hay sin vida, y sin vida no hay nada, el medio ambiente es parte de nuestra vida. Lo hemos visto a través de los años, el cambio climático existe y las consecuencias las estamos viviendo ahora. Yo tengo una hija de un año y medio, y quiero entregarle un mundo que esté menos perjudicado que las generaciones anteriores, para que ella pueda desarrollarse libremente.

Entonces, el llamado es a motivarse, participar, buscar alternativas. La sustentabilidad tiene que ser un trabajo en equipo, un trabajo interdisciplinario. La idea es tratar de salirse de este esquema del exitismo y ver todo esto desde una mirada en pro de un gran beneficio, que es finalmente nuestro planeta.

Los humedales construidos han demostrado que funcionan y los podemos tener en casa. Así como un panel solar o una planta de compostaje, Todo esto, para hacer que nuestro entorno y nuestra comunidad, estén un poco mejor.

Para más información sobre el proyecto, puedes seguirlos en el siguiente enlace: